miércoles, 14 de marzo de 2012

La indecisión es la madre de la nada


Fotografía de JValentina


Confundí las palabras con las intenciones
y las intenciones con los hechos
y me quedé rodeada de nada;
con ciempiés recorriendo mi piel,
con monos vendando mis ojos,
¡cómo me duele la espalda!

¡Cómo me pesan los bolsillos!
Llenos de síes y noes,
llenos de quizás y talveces,
de ahoranós y quizamastardes,
de quevengaotroylohagapormí.

Y la nada me acuna,
con su dulce ronroneo embaucador,
sus blablablás y sus bla-bla-blás;
y yo me siento a gusto,
en un estado de perfecta placidez ficticia
que me reconforta erróneamente.

Y las agujas siguen inexorables su camino,
y se clavan en mi piel blanda
formando moratones de inconformismo
disfrazado de banalidad,
tornando en colores que marcan el tiempo que se escapa
y que en la nada no corre, repta.

Y los ciempiés ya llegan a mis rodillas
y las acarician con sus patitas suaves
dando agradables masajes de destrucción
que devoran lo poco que quiero que quede de mí.

Y los adverbios cada vez son más,
y pesan más,
y son más grandes;
y para intentar menguar su peso
mi cuerpo convulsiona esperando que salgan despedidos,
como si un leve bailoteo fuera suficiente para hacerlos salir sin más.

Es la nada,
me mantiene en estado de parálisis,
y los ciempiés trepan,
y los adverbios pesan,
¡cómo me duele la espalda!


Funki Porcini, 'This ain't the way to live'

*(NAG, 2012)

3 comentarios:

  1. A ver si ahora sale mi comentario, jo!

    Leído una vez más y con la música de fondo... ;)

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  2. Respuestas
    1. ¡¡Muchísimas gracias por tomarte tiempo para leerlo y comentarlo!! :)

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